miércoles, 24 de agosto de 2011

Los cañones, Castro Urdiales

Castro Urdiales, 20 de Agosto de 2011, Carmen y yo, nos hemos hecho una escapada de 3 días, para huir del calor y, de paso, para "matar el mono" y hacernos una inmersión. Con el añadido de ser la primera en el Cantábrico. Además, hoy se nos une Jesús, que viene con su novia, y yo estoy de estreno con mi nueva cámara Olympus xz1, con carcasa "a juego" y ¡ando loquito!

Bueno, llegamos al centro Buceo agua, gente maja (un saludo!) y, una vez allí, se empieza a levantar el viento, y a nublarse... ¡ay madre! ¡con el día tan bueno que había salido! Pues bien, hasta el último momento no supimos donde íbamos a bucear, no me lo podía creer... yo ya empecé a pensar que iba ser una mala inmersión... Al final, fuimos a ver si podíamos bucear en "Los cañones", y una vez allí las condiciones no estaban tan mal, aunque había algo de corriente.
Cuando nos tiramos al agua, uno de los chicos que venían con nosotros se agobió, porque, no conseguía hinchar el jacket, y se volvió a la lancha. ¡Claaaro!¡cómo se le va a hinchar! ¡si tenia la tira enganchada y le perdía aire todo el rato! ¡Hay que revisar bien el equipo!(acordarse del C.P.T.A.O., chaleco, plomos, tiras, aire, y ok final) Luego nuestro amigo Jesús, también tuvo problemas y, al final, tampoco buceo.

Pero una vez sumergidos... ¡qué pasada!. Había buena visibilidad, la temperatura era buena, y ¡había vidilla! vimos gran cantidad de peces, como: cabrachos, mojarras, gobios, un bonito nudibranquio, de la especie Doriopsilla areolata, un pulpo...y, por supuesto, ¡cañones!. Cañones de 3m del siglo IX, cuando los franceses invadieron a los cántabros y, éstos, antes de huir, los tiraron al mar, para no dejar nada a los invasores galos. También hay balas dispersas por el fondo, todo esto en una profundidad de entre 12-16m. En un momento de la inmersión, te cuelas por debajo del puente medieval, en una entrada del mar, para salir a la superficie, en medio de la gente que pasea por allí, luego te vuelves a sumergir... y ¡a ver cañones!